Pompeyo Grimalt visita la Atarazana de la Fundación Vela Clásica de España

Pompeyo Grimalt Cantero (28 noviembre 1958, Palma de Mallorca) es uno de los mejores calafates del mundo. El mallorquín ha trabajado en barcos muy importantes e históricos de la vela clásica y ahora, ya retirado, acude a la Fundación de Vela Clásica de España a donar todas sus herramientas para que sirvan como legado a la escuela de Puerto Sherry.

A la edad de 13 años y tras sacar el certificado de estudios empezó a trabajar en el taller de barcos que tenía su padre ya que eran ocho hermanos y había que sacar a la familia adelante. Empezó como mozo colocando las herramientas, barriendo el taller y afilando formones.

En el taller había un trabajador que había nacido el año 1900 y, a pesar de que estaba en edad de jubilación, seguía trabajando porque era uno de los pocos calafates que quedaban en nuestra ciudad.


Él le enseñó a calafatear y su padre, a pesar de que quería que fuera carpintero como era costumbre familiar, se estaba dando cuenta de las cualidades de su hijo. Además, el anciano resaltaba que Pompeyo ponía mucho interés en aprender el arte de ribera y que sería bueno enseñarle bien las técnicas antes de que él se retirara. Así que su padre aceptó que fuera con el calafate a reparar barcos al muelle.


A los 16 años le dio la alternativa y le regaló sus preciadas herramientas que habían sido fabricadas en 1913. Estás herramientas son el precioso regalo que esté hombre le hizo, cuando en aquellos tiempos no era fácil hacerse con esas herramientas tan especializadas.


Hace unos meses tuvo la intención de donarlas al Museo Marítimo de Mallorca, pero una llamada de Víctor Unzueta, actual director de la Atarazana de la Fundación Vela Clásica de España, le hizo cambiar de opinión y decidió donarlas a la escuela de Puerto Sherry, convencido de que allí tendrán una larga vida.


El primer barco que calafateó sin supervisión del maestro fue un llaut mallorquín fabricado por su padre de 7 metros de eslora. Diez años más tarde su hermano mayor seguía utilizando el barco al que no le había entrado ni una sola gota de agua. Calafateó el “Rayo Verde”, un velero muy bonito que perteneció al actor Errol Flyn. Otro velero de época que también cayó en sus manos fue el “Drago de i mari” que era del propietario de butano. Otros barcos que ha trabajado son el “Mercury”, el “Sonata” y el “So Fong”.


A los 19 años dejó de trabajar en el taller de su padre porque no se entendía con él y se dedicó a la hostelería y a trabajar para su hermano mayor, que también se había marchado del taller de su padre. Después de hacer el servicio militar siguió en la hostelería y solo calafateaba para clientes de su hermano hasta que le llegó la hora de retirarse.