Número 37 - papel

El Plan Europeo de Inversión en Transporte Sostenible (STIP) representa un paso importante para reconocer la labor de la ANBE

La reciente inclusión de las embarcaciones de recreo en el Plan Europeo de Inversión en Transporte Sostenible (STIP) representa un paso importante para reconocer el papel que el mar y la náutica recreativa deben desempeñar en la transición energética europea. No se trata solo de una oportunidad financiera, sino de una confirmación: el futuro del sector pasa por reducir emisiones, modernizar flotas y promover formas de navegación más limpias

Desde la Asociación Nacional de Barcos Eléctricos (ANBE) acogemos este avance con satisfacción y sentido de responsabilidad.

Un reconocimiento que llega en un momento clave

La Unión Europea ha señalado que el proceso de descarbonización no puede quedar limitado al transporte terrestre o aéreo: el mar también debe ser parte activa de la transformación.La electrificación de embarcaciones, la integración de combustibles renovables, la eficiencia energética y el diseño hidrodinámico son ya campos de innovación real.

En España, sin embargo, este proceso se encuentra en una fase inicial y requiere coordinación entre entidades, administraciones, marinas, empresas, centros tecnológicos y asociaciones del sector.

ANBE: la única asociación en España dedicada exclusivamente a la descarbonización marina

Mientras la mayor parte del sector náutico recreativo tradicional ha mantenido durante años una posición conservadora respecto a los cambios tecnológicos y normativos, ANBE ha nacido precisamente para acelerar la transformación del transporte náutico y marítimo hacia modelos más limpios, eficientes y accesibles.

Nuestro trabajo se centra en impulsar alternativas reales:

  • Electrificación de embarcaciones nuevas y existentes de la flota profesional recreativa.
  • Promoción de hidrógeno verde, metanol sintético y e-combustibles, cuando son viables y trazables.
  • Apoyo a la infraestructura de carga en marinas y puertos deportivos.
  • Formación técnica y acompañamiento normativo a constructores, armadores y usuarios.
  • Impulso a los programas de I+D en eficiencia hidrodinámica, foiling y reducción de desplazamiento.

Nada de esto es nuevo para nosotros. Es nuestra razón de ser.

Nuestro propósito no es desplazar a ningún actor del sector, sino acompañar, facilitar y acelerar el proceso de adaptación tecnológica que Europa ya demanda

El documento europeo no surge ni por casualidad ni por iniciativa española, sino de un debate técnico profundo en el seno de la Unión Europea, incluyendo consultas a actores climáticos, ingenierías, centros tecnológicos, fabricantes de motores alternativos y organizaciones ambientales —entre ellas las que trabajan específicamente en descarbonización marina, como ANBE—.

Sin embargo, la comunicación difundida por estamentos oficiales en España

intenta sugerir que este cambio ha de ser alargado en el tiempo y no acompaña ni promueve lo que Europa divulga. Nuestro sector solo ganará si ponemos los hechos y capacidades por delante de los discursos.

Un camino que debe ser compartido

La transición energética en el mar no se logrará desde una única visión.
Requiere:

  • Escucha técnica
  • Rigor científico
  • Cooperación entre organizaciones
  • Voluntad de innovación
  • Apoyo institucional y empresarial
  • Defender la electrificación como prioridad estratégica.
  • Promover la creación de infraestructuras de carga.
  • Articular propuestas para la reconversión tecnológica de flotas y para la rehabilitación de embarcaciones existentes, que reactivarán el sector actual en paro
  • Liderar la revisión técnica necesaria en el marco de la Recreational Craft Directive 2013/53/EU respecto a emisiones, eficiencia o reconversión energética (Response guide – Evaluation of …). Que sea fiel a la Descarbonización marina, que es el proceso progresivo de reducción de las emisiones de carbono al mar y óceanos. ( Nada tiene que ver con la fabricación en lámina terrestre y materiales, para el Mar)

La transición energética no es una etiqueta. Es un compromiso.

Es una necesidad estratégica para preservar la competitividad de la industria y las empresas europeas.

Para ANBE, la sostenibilidad no es un lema de marketing ni un requisito para acceder a fondos europeos. Es un camino técnico, real y verificable.

Sin innovación y eficiencia energética, el tejido productivo europeo corre el riesgo de quedar rezagado frente a los actuales nuevos polos tecnológicos que lideran la movilidad eléctrica y la gestión inteligente de la energía en el mundo.

La descarbonización exige:

  • Datos, no declaraciones.
  • Proyectos medibles, no comunicados y encuestas impuestas.
  • Transformación industrial, no discursos autocomplacientes.
  • Visión de futuro, no preservación del pasado.

Un sector náutico español competitivo solo será posible si es sostenible

El reconocimiento europeo es una oportunidad. Pero solo tendrá impacto si el sector decide avanzar con ambición:

  • Renovación energética de flotas.
  • Nuevas líneas de construcción basadas en eficiencia real.
  • Economía circular y reciclaje de materiales.
  • Formación y reconversión laboral.
  • Infraestructura y electrificación portuaria.
  • Impulso de una industria náutica europea basada en la propulsión eléctrica y la innovación en transporte marítimo sostenible.
  • Reforzar el know-how propio del sector, la soberanía tecnológica y la independencia energética europea.

Y en ese camino, ANBE está —y ha estado— en primera línea.

Por ello nuestra conclusión es que la inclusión de la náutica de recreo en el Plan Europeo de Transporte Sostenible es una buena noticia.Pero para que sea efectiva, debemos reconocer quién está trabajando realmente por el cambio y quién se suma al discurso una vez que la transición es inevitable.

ANBE seguirá defendiendo un modelo de náutica moderna, limpia, responsable y alineada con los objetivos climáticos europeos.

Porque la sostenibilidad no es solo una cuestión ambiental. Es una condición indispensable para mantener la competitividad y asegurar el futuro del estado del bienestar en Europa. 

Porque no se trata de decir que somos sostenibles.
Se trata de hacerlo posible.